¡Ya están aquí las «Fires de Sant Narcís»!
Pienso que nunca os había hablado de las «Fires de Sant Narcís» y, ahora que se aproxima esta festividad de Girona, considero que es un momento perfecto para hablaros de ellas. Para aquellos que, como yo antes de llegar a Girona, todavía no lo sepáis, debo explicaros que las «Fires de Sant Narcís» es la fiesta mayor de la ciudad, una de las más tardías de toda Cataluña.
El nombre de esta festividad, cómo no, rinde homenaje al patrón de la ciudad. Según me contó mi buena amiga gerundense Laia Feliu, parece que, en 1285, las tropas francesas asediaban Girona y consiguieron entrar en la ciudad. Una vez dentro, profanaron y rompieron el sepulcro de San Narciso (Sant Narcís), y de dentro de éste empezaron a salir moscas que se dedicaron a picar a los franceses que, asustados, ¡se fueron corriendo de la ciudad!
Pero esto no es una clase de historia, ni un ensayo sobre leyendas. Lo que me gustaría compartir con vosotros es la magia especial que llena las calles de Girona por «Fires». Pasear por ellas es un auténtico placer para los sentidos; el aroma de castañas, boniatos asados, y garrapiñados se entremezcla con el olor del hogar que se desprende de las chimeneas de las casas de alrededor.
El color del otoño se dibuja en el cielo conviviendo con la decoración festiva de cada barrio y los globos de colores que los más pequeños intentan evitar que escapen entre sus deditos mientras pasean con sus padres. Ningún vecino de Girona quiere perderse estas fiestas. Y aquellos foráneos que ya las conocen, acuden año tras año atraídos por el cálido ambiente y la oferta de diversión de la ciudad.
Sin duda, el principal punto de encuentro es el Parque de la Devesa, que aloja durante estos días una de las norias más grande del mundo, de 75 metros de altura, ¡nada más y nada menos! Desde todos los puntos de la ciudad, podrá verla sobresalir por encima de los plataneros centenarios de la Devesa. Si nunca ha estado en este parque durante «Fires» se quedará sin palabras al ver decenas y decenas de atracciones colocadas en medio de los árboles.
Pero esta no es la única oferta de ocio que ofrece la ciudad durante estas fiestas: desde conciertos en La Copa con las tradicionales barracas gestionadas por diferentes entidades gerundenses, hasta ferias de alimentación, artesanía, anticuarios, dibujo y pinturas, entre otras más. Porque si todavía no lo había relacionado, su nombre proviene justamente de aquí, de la variedad de ferias comerciales de las que poder disfrutar y donde poder adquirir productos de proximidad y de temporada.
Todo esto sin olvidarme de una de las tradiciones más impresionantes que he conocido desde que vivo en Cataluña: los Castellers, torres humanas que desafían la ley de la gravedad y que conforman una de las expresiones de la cultura catalana, formando parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad según la UNESCO.
Para disfrutar de unas vistas privilegiadas de estos castillos humanos, así como del pregón de las fiestas, yo aconsejo alojarse en los Apartamentos Plaça Del Vi, ubicados en la misma plaza del Ayuntamiento ¡donde tienen lugar los castillos y el pregón!
No quisiera olvidarme de los fascinantes castillos de fuegos artificiales que tienen lugar el segundo domingo de «Fires» y que sirven de broche de oro a estas increíbles fiestas. Si me permite un último consejo, el mejor sitio para contemplarlos es el puente de Fontajau, desde donde se ven espectaculares.
Pero quizá lo mejor que podéis hacer es venir a verlo vosotros mismo y prepararos la agenda con el programa de “Fires” que podréis consultar y descargar en PDF desde la propia web del Ayuntamiento. Y, quién sabe, si viene quizás nos crucemos por la ciudad. Será un placer para mí haceros de guía durante “Fires” ... si llegamos a encontrarnos.
Iona Webster
Una escocesa amante de las culturas, perdida voluntariamente en el mundo. Bloguera de viajes para el Hotel Ciutat de Girona.
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